Si bien pueden ser enemigos, Kiyoshi y Mari deben trabajar juntos como si sus vidas dependieran de ello, ¡porque lo hacen! Con el veneno de serpiente recorriendo el cuerpo de Mari, la única forma de salvarla es que Kiyoshi meta sus labios entre sus muslos. Pero mientras los dos se deslizan y se retuercen, ¿solo están siendo víctimas de las maquinaciones del Consejo Estudiantil Oficial?